CARTA ABIERTA A LA CIUDADANIA
Atentado de las Torres Gemelas
Mueren en unas extrañas circunstancias en un plazo de 24
horas tres periodistas que hacían un documental en el que planteaban la
implicación de los Estados Unidos en el atentado del 11 S
Estimados
Ciudadanos:
Estimadas
Ciudadanas:
Bob
Simon, escritor y presentador del programa
’60 minutos’ de la cadena CBS, falleció el 12 de febrero en un accidente
automovilístico, cuya causa aún se desconoce, publicó el medio colombiano El
Espectador. Al día siguiente, el 13 de febrero, murieron otros dos periodistas.
El corresponsal de la cadena NBC, Ned Colt, falleció
por un presunto derrame cerebral masivo. El tercero, David
Carr, sufrió un desmayo y murió en su
oficina, la redacción del diario estadounidense The
New York Times, por razones que están
siendo investigadas.
Algunos medios estadounidenses aseguraron que las tres
muertes se dieron de manera ‘extraña’, puesto que todas ocurrieron en el
transcurso de 24 horas y en circunstancias que aún no se han esclarecido.
No es la primera vez que los Estados Unidos organizan
auto-ataques para justificar operaciones de guerra abierta, sucedió con la
voladura del acorazado “Maine” en el Puerto de la Habana- Cuba, ha sucedido
financiando operaciones militares de grupos que al final han sido coartadas
para guerras de rapiña, para guerras imperialistas.
El día 11 de Septiembre de 2001 se estrellaron cuatro
aviones que costaron más de 3000 mil muertos, y más de 6000 heridos.
Hay teorías que cuestionan la posibilidad de que un Boeing
757 hubiera embestido contra el Pentágono; que las Torres Gemelas o la Torre Nº
7 del World Trade Center hubieran podido derrumbarse como lo hicieron a raíz
del impacto de los aviones, y no como consecuencia de la colocación de cargas
explosivas, en una demolición hecha a control remoto; que en el vuelo 93 de
United hubiera existido un enfrentamiento entre los pasajeros y los
terroristas, etc. Por lo general estos autores afirman haber encontrado
incongruencias que ponen en duda toda la versión gubernamental. Algunas de las
supuestas inconsistencias que los críticos mencionan serían el hecho de que, en
teoría, era imposible que un avión pudiera acercarse al Pentágono sin accionar
las defensas antiaéreas o que el FBI hubiese localizado el pasaporte intacto de
uno de los terroristas dentro de los restos humeantes del World Trade Center.
Otras
incongruencias están basadas en las irregularidades económicas acaecidas,
antes, durante y después de los atentados.
En cuanto a los autores, algunas de estas teorías sostienen que
algunos miembros del gobierno de
los Estados Unidos conocían los
planes de atentar contra las torres gemelas pero no hicieron nada para
impedirlos. Otras llegan incluso a acusar directamente al propio gobierno de Estados
Unidos de planear y ejecutar los atentados.
Entre los principales opositores a la versión dada por el
gobierno estadounidense se encuentra el periodista francés y director de la web
de izquierda Red Voltaire Thierry Meyssan, quien escribió un libro titulado “La gran impostura”. En su trabajo, Meyssan exhibe una
serie de razones y argumentos por los que, según él, no es posible dar por
cierta la versión gubernamental.
Otro de los más acérrimos críticos es el profesor estadounidense David Ray Griffin, autor del
libro “Desenmascarando
el 11-S” donde hace un análisis punto por
punto de los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001. Griffin afirma haber
encontrado al menos 115 fallos lógicos graves en
la versión oficial de los atentados.
Se desata la operación libertad duradera, se invoca al art.7 de
la OTAN y es la OTAN dirigida por los Estados Unidos la que derroca a los
talibanes al responsabilizar a Osama bin Laden de la organización de los
atentados.
La guerra se ha saldado con un fracaso total con mucho dolor y
sufrimiento para el pueblo afgano y también para el pueblo iraquí.
La ejecución de Osama bin Laden en su refugio de Pakistán pone
de manifiesto que no querían un juicio público con periodistas, abogados,
testigos, documentos, pruebas, financiación,… que podría haber puesto sobre el
tapete que Bin Laden trabajó para la Cía, que era un hombre de la Cía y todos
los crímenes que cometieron con armas y con fondos de Estados Unidos durante
años.
También los periodistas muertos no hablan, silenciar al
mensajero es una estrategia histórica de los poderes criminales.
Los Estados Unidos tienen una tradición en el viejo oeste que
era “se busca vivo o muerto”, y a veces los caza recompensas recibían el
encargo de capturarlo muerto, aquí se ve la mano del inmenso poder de los servicios
secretos, ahora bien el pueblo afgano no tiene prisa, el imperialismo sí, los
afganos siguen allí, la investigación la continuarán otros periodistas y al
final se sabrá la verdad.
Quiero cerrar esta carta con una cita de un importante
periodista norteamericano:
“Cuando algo importante está sucediendo, guardar silencio es
mentir”
A.M. Rosenthal - The New York Times
Antonio Romero Ruiz.
Coordinador de la Red
de Municipios por la III República.
Ex Parlamentario de IU.
(Material
bibliográfico: Wikipedia, Prensa Internacional, autores americanos e ingleses,
material confidencial)
No hay comentarios:
Publicar un comentario